Anem a la Xina a trobar-nos amb la SARA //// Vamos a China a encontrarnos con SARA

viernes, septiembre 22, 2006

Hemos acabado los trámites burocráticos: Sara cada vez más nuestra.

Para volver a casa con Sara necesitamos que la Embajada Española en Beijing estampe un visado en su pasaporte chino. Ella entra en España como ciudadana china, con el pasaporte expedido por las autoridades de la provincia de Anhui. Nosotros tuvimos que solicitar un visado en el consulado chino en Barcelona para entrar en China.

Por eso esta mañana hemos ido a la Embajada y hemos solicitado el visado, que no tendremos hasta el próximo miércoles 27. Esta es la razón por la que nos tenemos que quedar en China hasta entonces. En la Embajada también hemos pedido que registren a Sara como hija nuestra en nuestro libro de familia, con lo cual la niña se convierte en ciudadana española. Son dos trámites simultáneos y paralelos, necesarios para conseguir que Sara sea considerada ciudadana española y a la vez pueda entrar en territorio europeo con su pasaporte chino.

Después de la visita a la Embajada hemos visitado el Templo del Lama.


China, a pesar de ser un país socialista, respeta todos los cultos religiosos en su territorio. Aquí hay representadas todas las religiones del planeta, unas con más fieles que otras. Una de las creencias más extendidas es el budismo, de procedencia tibetana.Las relaciones del gobierno chino con el Tíbet no son precisamente muy cordiales. Unos consideran que el Tíbet es territorio chino, y los otros pretenden la independencia. Un gesto de reconciliación y tolerancia que procura el gobierno chino es permitir y facilitar que al Templo del Lama de Beijing acudan chinos budistas de todo el país y que dentro de sus palacios resida una comunidad de monjes.

Todo el conjunto es precioso, con los típicos tejados chinos, muy decorados, lleno de dragones, imágenes de Buda, incienso, ofrendas... Había muchos turistas, como nosotros, pero había, sobre todo, fieles que venían a ofrecer su incienso y sus ofrendas. Los jardines son agradables y el interior de los pabellones está magníficamente decorado.


Durante la visita al Templo del Lama, Sara nos ha deleitado con una siesta profunda en su sillita de paseo (made in China, por supuesto, la compramos baratísima en Hefei). De manera que hemos disfrutado de la visita y ella ha estado muy relajada para comer, dormir la siesta, pasear por la tarde, cenar y dormir a la noche.

Sara tiene unas ganas inmensas de comerse el mundo.

En las ciudades nos movemos con un bus de la agencia que nos organiza el viaje; somos, ahora, 15 familias con sus 15 niñas y sus 15 sillitas; se han sumado a nuestro grupo 5 familias también catalanas que han estado en otra provincia de China.

Y Sara no
nos permite que vayamos en el autobús en otro asiento que no sea el primero, detrás del conductor, viendo venir la vida de frente, de pie encima de su madre (todavía no se atreve conmigo), plantándole cara al futuro, decidida y con los ojos bien abiertos, como diciendo “Aquí estoy yo, voy a aprovechar todo el tiempo perdido hasta ahora”.


Así que tenemos una buena vista de todos los sitios donde vamos, somos los primeros en llegar. Muchas de las fotos las hacemos desde nuestro asiento privilegiado.

En uno de los trayectos en el autobús (Sara aprovecha los viajes para entablar relaciones amistosas) se “dejaba caer” hacia mi, su papá. Con disimulo, pero insistentemente, dejaba su cabecita sobre mis piernas y esperaba que yo le dijera alguna cosa cariñosa para, con una sonrisa “de oreja a oreja”, retirarse hacia su madre.

Ha sido como un flirteo amoroso, que a lo largo de la tarde ha ido avanzando a mayores. Al final del día, ya de noche, la he llevado al baño, contenta, confiada, mientras su madre hacía como que estaba ocupada ordenando ropa, y la he metido en la bañera. No ha llorado en ningún momento, y se ha dejado bañar, secar, arropar, darle crema, vestirla... ¡Su mamá estaba celosa de mí!


No deja de sorprendernos como Sara se deja querer. Es dulce, sonríe a todas horas. Todos los que la conocen desde el día 14 la han visto evolucionar y nos han comentado como ha ido cambiando a lo largo de los días.

Y tiene una auténtica locura por su madre.